
La película Transformers hace ver fácil la tecnología de cambiar la forma de una máquina en otra. Para lograrlo, ese “transformer” debeía poder mantener su conectividad eléctrica a medida que sus partes se mueven radicalmente para todos lados. Y según los expertos, eso no se puede hacer con cables metálicos, ya que estos se romperían. Pero aunque todavía no es posible convertir un “Mac Truck” en un robot gigante, un poco de la ciencia para lograrlo, ya es un hecho.
En NanoSonic, una empresa de Virginia, EE.UU., dedicada a la ciencia de materiales nuevos, Jennifer Lalli y Richard Claus patentaron un nuevo material que, dicen, podría ayudar a resolver este problema. Se llama Metal Rubber (caucho metálico), y conduce la elecricidad como el metal, sólo que los cables se pueden estirar por lo menos diez veces su tamaño original. No sólo se estiran, sino que no se revientan, y conservan su conectividad. El resultado es un material ultraresistente, que conduce la electricidad igual de bien que el cobre.
"Lo podemos exponer a los productos químicos”, dice Claus en un reporte de ScienCentral. “Lo podemos sumergir en gasolina de avión. Lo podemos hervir en agua durante toda la noche, y no se degrada mecánica o químicamente. Lo podemos calentar a 371 °C y no se quema. Lo podemos congelar a menos 110 °C y mantiene sus propiedades".
¿Podrían estos ser los tendones y los nervios del Primus Optimus del futuro? ¿por qué no? Por ahora, no obstante, las cualidades del Metal Rubber son perfectas para maquinarias más mansas.