

A medida que escribo estas líneas, la sonda
LCROSS (lunar Crater Observation and Sensing Satellite) de la NASA
va en una misión suicida hacia la Luna, halada por el cohete Centauro. Exactamente a las 7 horas, 31 minutos y 19 segundos hora del este de Estados Unidos, mañana viernes 9 de octubre, la desdichada pareja se estrellará contra el congelado rostro del polo sur lunar, en un doble impacto con cuatro minutos de diferencia. ¡NO ME VOY A DEPSRENDER DE LA
NASA TV!El suicidio está planeado por los directores de la misión para que el golpe abra un hoyo en las profundidades del cráter, en busca de agua en forma de hielo. Hay teorías que afirman que en esos cráteres donde nunca alumbra el sol hay vastos depósitos de hielo. Cualquiera que tenga un simple telescopio para el patio trasero, lo podrá ver. Desafortunadamente, sólo las Américas estarán de cara a la luna en ese momento. Pero el resto del mundo lo podrá ver por la NASA TV.
El mes pasado, la revista Science anunció que la luna está saturada de hidrógeno y oxígeno –los ingredientes del agua. Tan pronto como Centauro se estrelle contra el mapa, LCROSS pasará por encima midiendo la zona del impacto son sus nueve exquisitamente delicados sensores, y enviando la data a Tierra. Después, se suicidará como un kamikaze, ella también. ¿Quién dice que la ciencia es aburrida? ¿Dónde más es posible realizar de esta manera los sueños de la juventud? ¡Qué divertida ha de haber sido la planeación de esa misión!