En estos días del bicentenario de
Charles Darwin todos recordamos aquello de la “supervivencia del más fuerte”: los más aptos de una especie sobreviven para reproducirse y pasar sus genes a los que vendrán en el futuro, mientras que los rasgos de los que no dieron la talla desaparecen gradualmente.
La revista
Newsweek tiene en su edición del 12 de enero algo sumamente interesante: en muchas especies de cacería en Estados Unidos (entre otros), parece
estar sucediendo una especie de ‘evolución en reversa’: puesto que los cazadores rutinariamente matan a los animales alfa, aquellos más grandes y mejor equipados para alejar a la competencia y ganar el derecho a aparearse, la selección natural está entonces favoreciendo a los animales indefensos y de cornamentas más pequeñas y cabezas menos impresionantes, es decir, lo que los cazadores no quieren poner encima de su chimenea.
Así que, desde hace un siglo, cuando gente como
Teddy Roosevelt comenzó a decorar sus casas con cabezas de animales impresionantes, las cosas se han estado invirtiendo para los alces, los ciervos, los búfalos, etc. Ahora los perdedores de la evolución son precisamente los más aptos.
Y, según el artículo, “la apariencia no es lo único que está cambiando. El comportamiento se adapta también, desde la forma en que los animales actúan hasta la forma en que se reproducen”.
El problema no es tanto el cambio, dicen los expertos, pues la selección natural significa cambios. Sino cuando el cambio no tiene sentido evolutivo. El resultado es que cada vez disminuye el tamaño de la cornamenta de los alces y ciervos y ovejas salvajes machos. En Australia, los canguros. El tamaño importa porque es un reflejo, en estos casos específicos, de individuos que son seleccionados artificialmente para ser recompensados por el hecho de ser inferiores.
2 comentarios:
A este fenomeno se le llama "seleccion disgenica", y ocurre tambien por ejemplo con ciertas especies madereras valiosas de los bosques naturales. Dado que el hombre tala los individuos con tronco de mayor diametro y mejores caracteristicas, van quedando los arboles con caracteristicas "inferiores", los cuales tienen entonces mayor probabilidad de propagar su material genetico. Saludos.
Es que la selección natural no siempre tiene la finalidad de seleccionar a los individuos más aptos, aunque lo parezca.
Muchísimas veces factores totalmente casuales e imprevistos han dado origen a nuevas especies que en principio estaban destinadas al exterminio, como sucedió con los mamíferos, por ejemplo.
La selección "artificial" humana (y lo pongo entre comillas, porque considro que la especie humana también es fruto de la evolución natural y por lo tanto lo considerado "artificial", sería sólo una rama más producto de la proia evolución natural), también selecciona a los animales y vegetales más dóciles y productivos e incluso da oportunidades a sus propios congéneres tullidos, que de otra forma no tendrían la menor oportunidad.
El problema aquí no creo que sea de selección natural, sino de barbarie y orgullo humano.
Defender la selección de los más aptos (altos, fuertes, rápidos, etc.)y la eliminación sistemática de los menos perfectos, encajaría perfectamente con la visión nazista de la supremacía de la raza aria, por ejemplo.
No sé, creo que ya es tarde y debo estar desvariando...
En fin. Un abrazo.
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