El día en que me pegaron un tiro
Arriba: Traje protector con la tela Demron-W contra la radiación y los agentes químicos y biológicos
Debajo: Así quedó la bala de 9 mm. que me disparó Miguel Caballero a quemarropa
DeMeo hace un millón de dólares al año vendiéndole chalecos anti-radiación a los policías y a los técnicos de los consultorios médicos. Pero ahora quiere atrapar el nicho del mercado militar con su aun más novedosa tela Demron-W, que no sólo es un escudo anti-radiación, sino que parece ser una buena vestimenta para ese infeliz día en que se anuncie la presencia de un agente biológico o químico en el aire. A diferencia de otros materiales con los mismos objetivos, este deja transpirar el calor, es ligero y maleable. Y ya está siendo puesto a prueba en Europa, pues la OTAN compró grandes cantidades.
Haber leído la noticia en The Miami Herald inmediatamente me trajo a la memoria uno de mis momentos de febrilidad, hará cosa de cuatro años, en que me sometí a permitir que el modisto colombiano Miguel Caballero me disparara a quemarropa con una bala de 9 milímetros para comprobar que sus nuevas y elegantes prendas antibala realmente funcionaban (chaquetas de gamuza, smokings, suéteres, camisas, gabardinas, etc.) A mí me tacharon de loca de remate. Y a Caballero lo apodaron “el Armani de la ropa blindada”. Sus clientes van desde los agendes de seguridad de varias embajadas estadounidenses en Latinoamérica, hasta el gabinete del presidente Álvaro Uribe, el actor Steven Segal, el antiguo primer ministro de Corea del Sur (quien tiene la gabardina), dos presidentes centroamericanos, y Hugo Chávez (quien tiene una guayabera roja), entre otros –incluyendo las chamarras de cacería que Caballero le envió a los Príncipes de Asturias como regalo de bodas.
A mí Caballero me pegó el tiro en la parte derecha del estómago. A través de mi chaqueta de gamuza pude sentir como si me hubiesen dado un fuerte empujón con el borrador de un lápiz. Después, mientras la adrenalina que circulaba por todo mi cuerpo me hacía reír a carcajadas, Caballero sacó la bala aplastada entre las capas de kevlar, y me la entregó. Ese es otro más de esos objetos extraños que tengo encima de mi escritorio…
5 comentarios:
Increible lo que describes. Increible lo que hiciste!
Felicidades y gracias por tu blog. rt
(se me hace espantozo que no tengas comentarios ... jejjeje)
como te parece ese susto? fue toda na aventura que no me esperaba para nada ese dia. jaja. Gracias por leer!
angela
Hola Ángela.
Definitivamente debes tener el striatum ventral como un balón de baloncesto, je, je ;-)
Yo creo que no me arriesgaría por mucho que me picara la curiosidad.
Cuidate.
Un abrazo.
Ay Manu, en mi casa ya me declararon loca de atar. Yo no sabia lo que pensaba hacer Caballero! jaja. Me agarraron a "quemarropa".
Me parece excelente protegerse, en este mundo de locos, donde en cualquier momento puede ser atacado por uno.
Quisiera adquirir dos de esos trajes ¿como lo hariamos? ¿cuanto costara? ¿como me lo entregan?.
mi correo electronico es: chipre7@gmail.com
Atte.
Chipre
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