He aquí a nuestro nuevo invasor
La belleza letal del pez león, un huésped no invitado al Sur de la Florida./NOAA
Para los miamenses esta procesión de especies invasoras exóticas no es nada nuevo. Puesto que el clima es demasiado benigno y nunca hay heladas que acaben con la comida, “todo prende” y todo se da. Y entonces aquí lo hemos visto todo: serpientes burmesas compitiendo contra los alligators de los Everglades; árboles de melaleuca chupándose el agua de todo el mundo como si sus raíces fueran de papel secante; ranas cubanas que hallan irresistible el zumbido de los generadores de las plantas eléctricas, acudiendo en masa a hacerle el amor al aparato y llegando a ocasionar cortocircuitos que causan apagones localizados.
Ahhh, pero ahora tenemos a un invasor más temible. Porque, a diferencia de las otras criaturas, ésta es tan hermosa como venenosa. Capaz de mandarlo a uno al hospital en minutos y no siempre con final feliz. Se trata del pez león del Pacífico (Pterois volitans). Ese del vistoso disfraz de cebra y púas cargadas de ponzoña. Pues bien, es nuestro nuevo residente. Así que, ojo, los tiburones ya pasaron a otro plano. Ahora la verdadera causa de preocupación para los buzos desprevenidos es este pez, desplazado y oportunista.
¿Hacer algo al respecto? Olvídelo. La NOAA lleva siglos tratando de contrarrestar a otros bichos polizones, según constatan en su web site. No funciona. Y eso que aun ni siquiera sabemos el impacto ambiental del animalillo en los arrecifes coralinos. Puesto que no son de por aquí, tampoco tienen depredadores naturales. Y son bastante agresivos.
Welcome to South Florida, the land of opportunity.
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