Funerales verdes
1. Congele el cuerpo a –18 grados C.
2. Coloque el ataúd con el fallecido en un pozo de nitrógeno líquido, y deje que el objeto se convierta en algo partedizo, frágil.
3. Exponga al ataúd y al fallecido dentro de este a una vibración sonora ligera que los desintegrara hasta convertirlos en polvo.
4. Pase un imán para producir un campo magnético sobre las cenizas, con el objeto de separar el mercurio y otros metales.
5. Coloque los 30 kilos de polvo que quedan, dentro de una caja hecha a partir de almidón de maíz y papa.
6. Entierre la caja no muy lejos de la superficie, para que el polvo se convierta en material orgánico, lo cual tomará unos 6 meses. Luego puede sembrar un árbol allí, para que acabe de absorber los nutrientes.
1 comentarios:
Pues a mi me parece una manera más bonita de terminar que acabar encerrado entre ladrillos.
Me gusta mucho la idea del árbol.
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