En agosto, el telescopio favorito de mucha gente va a recibir un regalo poco usual: una cobija térmica. Las mantas de las naves espaciales tienen la misma función que la ropa para la gente: abrigar y proteger de los elementos. En el espacio esos elementos van desde radiación hasta micrometeoritos y cambios abruptos de temperatura. Entonces los técnicos del Centro Espacial Goddard de la NASA (que tienen experiencia en diseño de disfraces y telas para muebles) confeccionaron especialmente para el Hubble un suéter a base de 16 capas de aluminio y una capa externa de teflón.
El bueno del Hubble ha corrido con suerte: si hubo un momento en que se pensó dejarlo abandonado a su suerte, ahora recibe los mimos de una madre que lo trata como hijo pródigo. Y con toda la razón: ese magnífico telescopio ha sido responsable de algunos de los descubrimientos más importantes de la astronomía moderna. Pero el abrigo es sólo parte de los regalos que va a recibir el Hubble: la misión también le llevará pilas y giróscopos nuevos para que pueda orientar su ojo en el cielo.
Este
video muestra a los ingenieros/astronautas/buzos practicando en el Laboratorio de Flotabilidad Neutral (la enorme piscina del Centro Espacial Johnson en Houston) el mantenimiento que le harán al telescopio en agosto.
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